Contacto:

Contacto: 655 02 83 93

lunes, 16 de febrero de 2015

Made in Agua, Azucarillos y Galletas



Aunque los dulces son mi debilidad, disfruto la cocina en general.

Esta receta se me ocurrió mirando dentro de la nevera,

¿Qué hacemos hoy de comer?

La típica pregunta que muchas veces nos hacemos las mujeres.

Y digo " nos hacemos ", porque si la pregunta se la formulamos al marido o los hijos, nos 

encontramos con la típica respuesta:

-¡CUALQUIER COSA!

Respuesta que nada nos soluciona.

Bueno, como decía, abrí mi nevera y encontré una bolsa de espinacas, de esas que ya vienen limpias 

y listas para utilizar.

Unos cuantos tomates rojos.

Y en el congelador unas porciones de bacalao fresco.

Y ahí va mi receta:

Colocar el bacalao en una ollita, cubrirlo con agua y poner al fuego.
Retirar cuando rompa el hervor y dejar entibiar.
Mientras tanto habremos blanqueado nuestras espinacas en agua hirviendo durante tres minutos.
Las escurrimos y apretamos para que suelten toda el agua.
Hacemos un sofrito con aceite de oliva, ajo y cebolla picaditos.
Añadimos el bacalao desmigado y sin espinas.
Añadimos las espinacas picaditas.
Rehogamos por cinco minutos.

Cortamos los tomates por la mitad longitudinalmente.
Los vaciamos.
Rellenamos con el preparado anterior.


Los colocamos en una bandeja que vaya al horno.

Los cubrimos con salsa bechamel, que puede ser de brick comprada en el súper ya elaborada.
Yo prefiero hacerla en casa, jeje.

Espolvoreamos con queso rallado y ponemos a gratinar hasta que quede doradito.


Este fue el resultado.

Sólo de ver la foto, quiero repetir.

¡Y con ese aromaaaa!

Mmmmm!


Pues hasta la próxima.

Saludos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario